Al desenvolver su bocadillo, Dani no pudo evitar pensar que, en el fondo, la inmobiliaria sería muy grande pero el bocadillo era de mortadela. De fondo, se escuchaba a los actores y actrices conversar unos con otros, mientras la dentadura de Dani se esforzaba por superar el límite elástico de un pan que había conocido tiempos mejores.